"La mujer descansaba a cubierto y en algunas culturas ponían un cuenco donde verter la sangre…con la cual regaban “Plantas de Poder”, precisamente porque habían visto cómo esas plantas crecían más fuertes y sanas con este “abono orgánico”.
Luego, como pasa siempre, alguien dictó que la sangre era “sucia”, que todo lo que recordara la sexualidad era “malo”, y que dar propiedades mágicas a la mujer iba contra el poder del hombre.
Todo se etiquetó…pero la modernidad nos ha permitido a las mujeres bañarnos y ducharnos durante la menstruación. Aún queda tiempo para romper algunos tabúes, pero siguen cambiando los significados de las etiquetas."
Extraído del foro de plano creativo
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