Hoy martes 3 de Diciembre es el día internacional de las Personas con discapacidad. Mientras escuchaba la radio, hoy día de kilómetros arriba y abajo, me he acordado mucho de todo lo que he aprendido en todos los talleres que he hecho con personas con "dis-capacidad".
Me ha llegado este e-mail de una amiga, no sé muy bien quién lo escribe, lo copio tal cual. Me ha encantado leerlo en éste día de recuerdos, rabia y mimos. Que lo disfrutéis.
A TODOS ELLOS
Princesa Inca
(Se puede dedicar un libro, un poema, una sonrisa, también se
pueden dedicar el dolor, la vida, el sueño, la locura... Yo quiero
dedicar el mundo a algunos y a mí misma, a lo que nunca dedica nadie)
A los que se quedaron dormidos en el nunca,
A los que sueñan sus verdades y se las niegan,
A los que tienen mucho miedo,
y lloran por cualquier cosa
y se ocultan la cara de vergüenza
A los tímidos,
a los solos, a los raros,
a los que dudan y dudan
Y les llaman inmaduros, débiles.
A los que duermen en la fría cama del psiquiátrico,
A las madres que cogen la mano de su hijo ingresado,
os digo que no nos vendan verdades, que la verdad no existe,
la verdad y la razón son creaciones del hombre
para doler, para medir.
Hay que luchar contra el silencio
y la ignorancia.
No somos enfermos
Quien tiene la verdad absoluta,
la realidad absoluta, que la muestre, que la enseñe si puede,
es mentira, mentira, no existe.
A los que llevan cicatrices de haberse rajado las venas,
A los que consiguieron no rajárselas,
A los que les paraliza la angustia,
les paraliza para ser, amar, soñar
A los que llaman vagos, idiotas, locos, débiles
No escuchéis la voz de los que viven sólo para tener
A los que, la ansiedad les hace fumar dos paquetes diarios,
A los que no son sociables, ni aptos, ni lúcidos,
ni extrovertidos, ni empáticos, ni asertivos, ni normales
A los que nunca superaran un test psicotécnico,
A los que llevan medicación en el bolso y el monedero vacío,
A los que ahora están atados a una cama y no nos oyen,
A los psiquiatras que abrazan a sus pacientes,
y pidieron alguna vez consejo a un esquizofrénico.
A los que tenemos certificado de disminución
y leemos a Lorca y a Nietszche y lo que haga falta
A los que no soportaron el túnel y se fueron para siempre
A los que atravesamos cada día el túnel
agarrados aunque sea a las paredes negras...
A todos los que saben o quieren escucharnos,
y no se fían sólo de los manuales, libros, tesis, estudios y
estadísticas.
A los psicólogos que dan besos.
A los que hemos pasado ya el infierno y el cielo
y no queremos volver más allí.
A los que roban dolor y devuelven sonrisas, dice Sabina.
Y sobre todoa todas esas pupilas dilatadas de tanta química
que miran aturdidas y absortas
pero tienen la luz más hermosa.
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