domingo, 27 de noviembre de 2011

Y naciste, Náel.

Decidiste nacer entre consensos, coles y lechugas. Bien sabías que eso fue lo que unió a tus papás y tu pequeño homenaje fue nacer después de unas de esas reuniones de laarrgos debates, laarrrgos suspiros, intensas miradas...y buenos momentos.
No he conocido un bebé más deseado que tú, Náel.
A tu mamá desde hacía tiempo le gustaba ponerse unos cojines en la barriga y andar con eso, ¿sabes para qué? le gustaba coger manejo a eso de tener una vida en su interior, en su útero, y sabía que si practicaba luego tú te sentirías más agustito.
Hay veces que los papás y mamás deciden esperar a que sus criaturas crezcan un poquito dentró de su casita en la barriga para avisar a sus amigxs de que esperan un bebé. Tus papás tenían tantas tantas ganas y tanta tanta emoción que incluso antes de crearte nos avisaron a todxs de que Náel se acercaba más y más.
Desde que empezaste a crecer en tu casita-vientre la felicidad de tus papás también crecía...y crecía, y crecía...Hasta que decisdiste salir y conocer la cara de tus papás.
¿Sabes qué? Tus papás habían deseado con mucha fuerza que nacieras en tu nuevo hogar: habian preparado una habitación con una gran pelota, con una sillita muy curiosa...¡incluso con una piscina!
Y al asomar tu cabecilla debiste de decidir que te gustaba lo que veías, porque se ve que no tardaste nada en descubrir tu nueva casita.
Hay personas que acompañan a las mamás mientras sus bebés deciden salir de sus casitas-vientres. La persona que acompañó a tu mamá y tu papá era muy especial...porque quería mucho a tus papás y tenía muchas ganas de conocerte y estuvo muy muy cerquita de tus papás acompañándolos y guiándolos mientras te deslizabas desde el tobogán de tu casita-vientre hacia tu nuevo hogar.

Y naciste, Náel. El primer "alkaparrita".
Y naciste, Náel. Entre lechugas, coles y consensos...



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