viernes, 24 de febrero de 2012

Que yo sé que a todas las niñas les gusta que les piropeen...

-"Maestra, que están mintiendo todas, que a todas las niñas les gusta que les piropeen por la calle"



No hay grupo que no pase. Ante la afirmación de "A la mayoría de mujeres les gusta que les piropeen por la calle". Siempre hay varios alumnOs que están convencidísimos que es así. Ésto se escucha en grupos de chicos y chicas de 14/15/16 años...pero tembién en personas adultas e incluso en personas adultas "alternativillas".
A ver, diferenciemos: Una cosa es una mirada de deseo, una sonrisilla y otra cosa son las miradas, los comentarios, los tocamientos y rozamientos 'causales' cargados de violencia machista que hemos vivido todAs las mujeres simplemente por tener un cuerpo de mujer.
Que mejor para saber qué se siente ante una mirada o comentario inquisidor no deseado en un espacio público de la mano de una persona que no conoces de nada y en un momento tranquilo de tu día como por ejemplo el "estoy llegando a mi casa". Qué mejor para saber cómo se siente una mujer ante esa situación...que experimentarlo.


Ésta técnica la contó Erick Pescador que la realizaba con su alumnado y la verdad que cuándo la he realizado en los grupos funciona estupendamente. Tanto, que al recoger las evaluaciones son los chicOs que al comienzo decían que claro que gusta eso de que te griten por la calle, los que escriben en las evaluaciones que lo que más les ha gustado ha sido hacer la dinámica y darse cuénta de qué se siente en realidad.
Explico la dinámica por si os interesa a alguna: Las chicas de la clase se levantan, se ponen en dos filas tipo el juego de mosca (enfrente las unas de las otras) y se les dice que vayan recordando el último comentario que les hicieron tipo "piropo" y sobre todo que recuerden el cómo se lo decían (la postura del cuerpo). Las alumnas empiezan a cambiar su postura y se empiezan a poner más chulillas. Se pide un voluntario o se escoge al compañero de la clase que  está convencidísimo de que la frase es cierta y se le dice que para llegar a su casa tiene que pasar por este grupo de albañiles.
La primera nota curiosa es que cuándo se les pregunta a las chicas que si tienen dos formas de llegar a casa la primera pasando por el grupo de albañiles* llegando de una forma directa y la segunda tienen que bordear y tardan bastante más, la mayoría cogería el segundo camino.
Cuándo el chico (que hace de chica) va pasando por el grupo de albañiles se puede ver como su cuerpo se va curvando hacia delante, su cara se pone roja y aceleran bastante el paso.
Para este ejercicio hace falta que las chicas se metan en un papel no reservado a lo supuestamente femenino, es muy interesante y se pueden sacar muchas cosas de las resistencias que muestran algunos de los grupos, e incluso la imposibilidad en ocasiones de ponerse en una actitud chulesca y desafiante.
También es curioso cuándo se le pide al chico que haga de chica cómo a veces cambia por completo su postura, sus andares y su voz. Enfin, que se pueden sacer muchas cositas de éste ejercicio y aquí lo dejo por si os interesa.

* Como aclaración final pido perdón por utilizar el estereotipo de albañil como el típico babosillo. Sé que hay algunos muy muy 'apañaos'. Cómo por ejemplo uno con el que trabajé de peona, que además de enseñarme a hacer mezcla me enseñó que en el gremio hay albañiles feministas (porque aunque él ni lo quiera escuchar...es feminista)
Os dejo con una nota de humor...Los hombres del Farias.

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