A los 60 años aún nos sentimos llenas de vida y con ganas de disfrutar de los años que vienen con menos obligaciones y contribuir con nuestra experiencia a la sociedad. Muy pocas nos sentimos con ganas y necesidad de ingresar en una residencia tutelada.
Ser mayor no equivale, a ser minusválida/o, o incapaz, de tomar decisiones. No queremos ser tratadas/os como menores de edad. Nos sentimos con plenas capacidades, conocimientos y deseos de decidir sobre nuestras vidas y con derecho a la independencia. En una residencia tenemos que renunciar a un espacio propio, a la autonomía y a la autoestima que son bases imprescindibles para una buena salud y equilibrio psíquico.
Por esto muchas personas y sobre todo muchas mujeres, al llegar a estas edades optan por vivir solas/os. Las mujeres elegimos vivir solas aún que significa renunciar en gran parte a la comunicación y colaboración que, como se ha demostrado muchas veces, son imprescindibles para tener un equilibrio psíquico aceptable y una buena salud. Aún con su significado de aislamiento, peligro y frustración, la SOLEDAD es más soportable que vivir sin decisión, sin espacio propio y sin independencia.
Estamos en un momento social de exploración de nuevas formas de vida…. Muchas/os queremos para nuestra edad madura alguna cosa mejor que lo que nos ofrece ahora nuestra sociedad. Alejar e incluso evitar al máximo el ingreso en instituciones de dependencia. No tener que elegir entre la dependencia y la soledad. No tener que renunciar al capital de conocimientos acumulados durante nuestras vidas.
Defendemos el derecho a recoger los frutos de toda una vida de aprendizaje y servicio. Aquí, se sitúa la ECOALDEA CIUTAT D’ELLES: Independencia sin soledad. Seguir sintiéndonos útiles y vivas/os. Materializar los valores aprendidos durante nuestras vidas. Participar de un proyecto es seguir teniendo un futuro, es participar de la vida.
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